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Efecto placebo

La fuerza no proviene de la capacidad física, sino de una voluntad indomable. (Mahatma Gandhi)

Se define como placebo como toda sustancia que carece de actividad farmacológica pero que puede tener un efecto terapéutico cuando el paciente que la ingiere cree que se trata de un medicamento realmente efectivo. Esta acción curativa o de mejoría resultante es lo que se denomina efecto placebo. Uno de los usos más frecuentes del placebo se da en los ensayos clínicos de nuevos medicamentos. En ellos se da a una parte de los pacientes el medicamento que se está probando y a otra el placebo, ambos con la misma apariencia, sin que ni éstos ni los médicos sepan cuál de los dos están tomado (sistema de doble ciego). De este modo, al finalizar el ensayo y comparar los resultados puede establecerse si el medicamento tiene una actividad superior al placebo y determinar si debe continuar la investigación o, en caso de que no haya diferencias significativas, cerrarla.

¿Funciona realmente alguna medicina?

Esta pregunta plantea una cuestión importante. Si medicinas como el Krebiozen y el cisplatino funcionan cuando creemos en ellas y dejan de funcionar cuando dejamos de creer en ellas, ¿qué implica esto sobre la naturaleza de las medicinas en general? Es una pregunta difícil de contestar, pero tenemos algunas pistas. Por ejemplo, Herbert Benson médico de la Facultad de Medicina de Harvard, señala que la gran mayoría de los tratamientos recetados antes del siglo xx eran inútiles, desde el sangrado con sanguijuelas hasta el consumo de sangre de lagarto, pero que sin duda sirvieron de ayuda al menos durante algún tiempo, debido al efecto placebo.

Benson, junto con el doctor David P. McCallie jr., del Laboratorio Thorndike de Harvard, ha analizado estudios de diversos tratamientos prescritos durante años para la angina de pecho y ha descubierto que, aunque fueron remedios transitorios, la proporción de éxitos fue siempre alta, incluso en tratamientos que hoy en día están desacreditados. Estas dos observaciones ponen de manifiesto que el efecto placebo ha jugado un papel importante en la medicina en el pasado, pero ¿lo sigue jugando en la actualidad? La respuesta es sí, al parecer. La Federal Office of Technology Assessment estima que no se ha hecho un examen científico riguroso a más del 75 por ciento de los tratamientos médicos reales, cifra que sugiere que quizá los médicos sigan suministrando placebos sin saberlo, Benson, por lo pronto, cree que como mínimo, muchos medicamentos que no requieren receta médica actúan principalmente como placebos.

La cara opuesta del placebo

En un experimento de 1962, los doctores Harriet Linton y Robert Langs dijeron a los sujetos del mismo que iban a participar en un estudio sobre los efectos del LSD, pero les dieron un placebo en vez de LSD. Si quieres saber más sobre LSD pincha aqui https://biocongruencia.com/bioneuroemocion-y-sesiones/psicologia/lsd 

Sin embargo, media hora después de tomarlo empezaron a experimentar los clásicos síntomas de la droga real, pérdida de control, supuesta revelación del significado de la existencia y demás. Aquellos «viajes placebo» duraron varias horas.

La verdad del placebo

Así pues, tomar un placebo bien puede producir el mismo efecto que tomar la droga real, y tomar la droga real podría no producir efecto alguno. Es un mundo al revés que se ha demostrado también en experimentos con anfetaminas. En un estudio, se metieron diez individuos en dos habitaciones. En la primera habitación, suministraron una anfetamina estimulante a nueve de ellos y al décimo le dieron un barbitúrico que producía sueño. En la segunda habitación se invirtió la situación.

En ambos casos, la persona singularizada se comportó exactamente igual que sus compañeros. En la primera habitación, la única persona que había tomado el barbitúrico, en vez de quedarse dormida, se animó y se aceleró y, en la segunda habitación, el único que había tomado la anfetamina se quedó dormido. También hay un caso registrado de un hombre adicto al estimulante Ritalin, cuya adicción se transfirió después al placebo. En otras palabras: su médico consiguió evitarle todos los efectos desagradables que conlleva la retirada del Ritalin, reemplazando en secreto el medicamento prescrito por píldoras de azúcar. Desgraciadamente, ¡el hombre pasó a mostrar adicción al placebo!

¿Hasta que punto ayuda el efecto placebo?

los placebos sustentan también un enfoque holográfico de la relación mente/cuerpo. Como observa la nutricionista y eolumrüsta Jane Brody en un artículo en The Nciv York Times, «la eficacia de los placebos da un apoyo espectacular a la visión "holística" del organismo humano, una visión que está recibiendo cada vez más atención por parte de la investigación médica. Esa visión sostiene que la mente y el cuerpo interactúan continuamente y están tan inextricablemente unidos que no se pueden tratar como entidades independientes».

El efecto placebo puede estar afectándonos de muchas más maneras de lo que pensamos, como demostró hace poco un misterio médico extraordinariamente sorprendente. Sin duda habrás oído hablar acerca de la capacidad de la aspirina para disminuir el riesgo de un ataque al corazón; hay una gran cantidad de indicios convincentes que sostienen esa idea. Todo esto está muy bien y es bueno. El único problema es que, según parece, la aspirina no tiene el mismo efecto en las personas que viven en Inglaterra. Un estudio de seis años de duración en el que participaron 5.139 médicos reveló que no existían pruebas de que la aspirina redujera el riesgo de un ataque al corazón. ¿Hay un fallo en alguna investigación? ¿O quizá hay que echar la culpa a algún tipo de efecto placebo masivo? Sea como fuere, no dejes de creer en los efectos preventivos de la aspirina. Todavía te puede salvar la vida.

Llegados a este punto, podríamos decir que el placebo no hace absolutamente nada, pero tu creencia en el si. Descarga el PDF y aprende más sobre este efecto.

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