El experimento de la prisión de Stanford
El Experimento de la Prisión de Stanford nos mostró cómo las condiciones del entorno pueden influir en el comportamiento humano, y destacó la importancia de la ética y la responsabilidad en la investigación psicológica. (Philip Zimbardo)
Este experimento liderado por el profesor de psicología Philip Zimbardo, pretendía investigar el efecto psicológico de la percepción de poder. Para ello los investigadores dividieron a los jóvenes participantes, a los que les pagaban por participar, en dos grupos. Les asignaron aleatoriamente el papel de prisionero o de guardia y los metieron en un ambiente similar al de una cárcel, en el sótano del departamento de Psicología de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos
Zimbardo les dijo a los guardias que no podían utilizar la violencia física pero que tenían que mantener el orden, y que si los prisioneros se escapaban se acababa el experimento. Les dieron uniformes y equipo de policías.
Los prisioneros fueron llevados a la cárcel con los ojos tapados para confundirlos sobre su ubicación, fueron desnudados y vestidos con ropas de prisioneros. Existen fotografías y videos de ciertos momentos del experimento.
Nada había preparado a participantes e investigadores para lo que pasó después: los guardias empezaron a implementar medidas autoritarias sobre los presos y llegaron incluso a torturarlos psicológicamente.
Varios prisioneros mostraron signos de angustia psicológica. Algunos presos se revelaron pero muchos aceptaron pasivamente el abuso psicológico de los guardias y siguiendo sus órdenes agobiaron activamente a los otros prisioneros que intentaron detener el abuso.
El propio investigador líder del estudio, Zimbardo, que adoptó el rol de director de la cárcel, permitió que continuara el abuso y admite que perdió la perspectiva como científico y psicólogo.
Al final dos de los prisioneros abandonaron el experimento. Se suponía que el estudio iba a durar dos semanas, pero la brutalidad que exhibieron los guardias y el sufrimiento de los prisioneros fue tan intenso que tuvieron que ponerle fin al al cabo de seis días.
Este estudio dio una ilustración gráfica sobre cómo una situación o un sistema puede condicionar el comportamiento de un individuo "bueno".
Zimbardo interpretó que los guardias actuaron como lo hicieron porque asumieron a ciegas el rol que les asignaron, de la misma manera que él lo hizo como director de la prisión.
Película basada en hechos reales del experimento de la prisión de Stanford
En 1971, el psicólogo social Philip Zimbardo llevó a cabo uno de los experimentos más famosos y controvertidos en la historia de la psicología: el Experimento de la Prisión de Stanford. Esta simulación de una prisión pretendía investigar los efectos psicológicos de la vida en cautiverio tanto en los prisioneros como en los guardias.
El experimento reclutó a 24 estudiantes universitarios sanos y mentalmente estables, asignando aleatoriamente a la mitad de ellos el rol de prisioneros y a la otra mitad el rol de guardias. La prisión se montó en el sótano de un edificio universitario, y los participantes fueron sumergidos en un entorno que simulaba una prisión real, con uniformes, celdas y roles autoritarios.
Sin embargo, el experimento se salió de control rápidamente. Los guardias comenzaron a abusar de su poder, empleando tácticas humillantes y degradantes contra los prisioneros, mientras que los prisioneros mostraron signos de angustia emocional y desesperación. A pesar de que Zimbardo inicialmente planeó que el experimento durara dos semanas, se detuvo después de apenas seis días debido al deterioro rápido de la situación y a la preocupación por la salud mental de los participantes.
La conclusión principal de este experimento fue que las situaciones sociales y los roles asignados pueden tener un impacto profundo en el comportamiento humano. Los hallazgos de Zimbardo destacaron cómo las dinámicas de poder pueden llevar a comportamientos abusivos, incluso entre personas que normalmente no mostrarían tales tendencias. Además, el experimento generó debates éticos sobre la manipulación psicológica de los participantes y el tratamiento ético en la investigación psicológica.
El Experimento de la Prisión de Stanford sigue siendo un punto de referencia en la psicología social, subrayando la importancia de considerar el contexto social en la comprensión del comportamiento humano y resaltando la necesidad de salvaguardias éticas en la investigación psicológica.